EL MUNDO DE LA IMPRESIÓN 3D EN NUESTRO BLOG

Para lograr el mayor valor de la fabricación aditiva, es mejor introducir la impresión 3D durante las primeras etapas del ciclo de vida del producto. En estas etapas, los diseñadores pueden aprovechar para generar diseños que solo son posibles a través de la manufactura aditiva y la optimización del diseño para la función específica de la pieza. 

El papel del diseño cambia según la ubicación del producto en su ciclo de desarrollo. Sin embargo, en muchos casos, es más fácil comenzar el viaje de adopción con un producto existente.

Existen tres estrategias de rediseño que se pueden usar cuando una pieza ya se ha diseñado para otro método de fabricación: ahuecar las piezas, uso de estructuras lattice y optimización de topología.

Las piezas grandes y sólidas son excelentes candidatos para aplicar estrategias de rediseño. Teniendo en cuenta la pequeña inversión de tiempo requerida para aplicar el rediseño, el vaciado de piezas o la creación de estructuras de celosía internas da como resultado grandes reducciones de peso / costo en comparación con el tiempo de rediseño invertido. Sin embargo, estas estrategias solo pueden aplicarse a partes densas.

Las estructuras lattice se aplican cuando las piezas densas requieren un alto rendimiento mecánico, pero tienen una reducción de costos muy similar a las piezas huecas, lo que las convierte en una estrategia de rediseño recomendable para mantener suficientes propiedades mecánicas y obtener reducciones de altos costos.

Los métodos de optimización de topología proporcionan las reducciones de costo / peso más optimizadas al tiempo que maximizan el rendimiento mecánico de una pieza, pero requieren una inversión de tiempo significativamente mayor.

Para las piezas delgadas, la optimización de la topología o el rediseño manual son las únicas estrategias de rediseño que se pueden usar, y la inversión de tiempo debe justificarse por el volumen de producción (caso de negocio) o por el aumento de rendimiento que se puede obtener.